TIPOS DE
CICLOS BIOGEOQUÍMICOS
Los ciclos biogeoquímicos pueden
ser gaseosos, sedimentarios y mixtos.
CICLOS GASEOSOS
Los elementos casi siempre se distribuyen tanto en la atmósfera como en el
agua y de ahí a los organismos, y así sucesivamente.
Los elementos que cumplen ciclos
gaseosos son el carbono, el oxígeno y el nitrógeno. La transformación de
elementos de un estado a otro es relativamente rápida.
CICLOS
SEDIMENTARIOS
Son aquellos donde los elementos
permanecen formando parte de la tierra,
ya sea en las rocas o en el fondo
marino, y de ahí a los organismos. En estos, la transformación y recuperación
de estos elementos es mucho
más lenta. Ejemplos
de ciclos sedimentarios son el del fósforo y el del azufre.
CICLOS MIXTOS
El ciclo del agua es una
combinación de los ciclos gaseoso y sedimentario, ya que esa sustancia
permanece tanto en la atmósfera como en la corteza terrestre.
Los ciclos biogeoquímicos más
importantes corresponden al agua, oxígeno, carbono y nitrógeno.
CICLO DEL AGUA
Toda el agua de la Tierra forma
la hidrosfera, que se distribuye en tres reservorios principales: los océanos,
los continentes y la atmósfera. Entre estos reservorios existe una circulación
continua.
Alrededor del 70% de la superficie
del planeta está cubierta por las aguas de los océanos, lagos, ríos, arroyos,
manantiales y glaciares. Al perforar el subsuelo, por lo general se puede
encontrar agua a profundidades diversas (agua subterránea o mantos freáticos).
La luz solar es la fuente de energía térmica necesaria para el paso del agua
desde las fases líquida y sólida a la fase de vapor, y también es el origen de
las circulaciones atmosféricas que transportan el vapor de agua y mueven las
nubes.
Los rayos solares calientan las
aguas. El vapor sube a la troposfera en forma de gotitas. El agua se evapora y
se concentra en las nubes. El viento traslada las nubes desde los océanos hacia
los continentes.
A medida que se asciende bajan
las temperaturas, por lo que el vapor se condensa. Es así que se desencadenan
precipitaciones en forma de lluvia y nieve. El agua caída forma los ríos y
circula por ellos. Además, el agua se infiltra en la tierra y se incorpora a
las aguas subterráneas (mantos freáticos). Por último, el agua de los ríos y
del subsuelo desemboca en los mares.
1. CICLO DEL
CARBONO
Es uno de los elementos más
importantes de la naturaleza. Combinado con oxígeno forma dióxido de carbono y
monóxido de carbono.
La atmósfera contiene alrededor
de 0.03 % de dióxido de carbono. Es el elemento básico de los compuestos
orgánicos (hidratos de carbono, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos). El
carbono también forma parte de sales
llamadas carbonatos, como el carbonato de sodio y el carbonato de calcio, entre otras.
El carbono, como dióxido de carbono, inicia su ciclo de
la siguiente manera:
Durante la fotosíntesis, los
organismos productores (vegetales terrestres y acuáticos) absorben el dióxido
de carbono, ya sea disuelto en el aire
o en el agua, para transformarlo en compuestos orgánicos. Los consumidores
primarios se alimentan de esos
productores utilizando y degradando los elementos de carbono presentes en la
materia orgánica. Gran parte de ese carbono es liberado en forma de CO2 por la respiración, mientras que otra
parte se almacena en los tejidos animales y pasa a los carnívoros (consumidores
secundarios), que se alimentan de
los herbívoros. Es así como el carbono pasa a los animales colaborando en la formación de materia orgánica.
Los organismos de respiración
aeróbica (los que utilizan oxígeno) aprovechan la glucosa durante ese proceso y
al degradarla, es decir, cuando es utilizada en su metabolismo, el carbono que
la forma se libera para convertirse nuevamente en dióxido de carbono que
regresa a la atmósfera o al agua.
Los desechos de las plantas, de los animales y de restos
de organismos se descomponen por la acción de hongos y bacterias. Durante este
proceso de putrefacción por parte de los descomponedores, se desprende CO2.
En niveles profundos del planeta, el carbono contribuye a
la formación de combustibles fósiles, como el petróleo. Este importante
compuesto se ha originado de los restos de organismos que vivieron hace miles de años. Durante las erupciones volcánicas
se libera parte del carbono constituyente de las rocas de la corteza terrestre.
Una parte del dióxido de carbono disuelto en las aguas
marinas ayuda a determinados organismos a formar estructuras como los
caparazones de los caracoles de mar. Al morir, los restos de sus estructuras se
depositan en el fondo del mar. Con el paso del tiempo, el carbono se disuelve
en el agua y es utilizado nuevamente durante su ciclo.
Los océanos contienen alrededor
del 71% del carbono del planeta en forma de carbonato y bicarbonato. Un 3%
adicional se encuentra en la materia orgánica muerta y el fitoplancton. El
carbón fósil representa un 22%. Los ecosistemas terrestres, donde los bosques
constituyen la principal reserva, contienen alrededor del 3-4% del carbono
total, mientras que un pequeño porcentaje se encuentra en la atmósfera
circulante y es utilizado en la fotosíntesis.
2.CICLO DEL NITRÓGENO
La reserva fundamental es la atmósfera, que está
compuesta por un 78% de nitrógeno. No obstante, la mayoría de los seres vivos
no lo puede utilizar en forma directa, con lo cual dependen de los minerales
presentes en el suelo para su utilización. En los organismos productores el
nitrógeno ingresa en forma de nitratos, y en los consumidores en forma de grupos
amino.
Existen algunas bacterias especiales que pueden utilizar
directamente el nitrógeno atmosférico. Esas bacterias juegan un papel muy
importante en el ciclo al hacer la fijación del nitrógeno. De esta forma
convierten el nitrógeno en otras formas químicas como amonio y nitratos, para
que puedan ser aprovechadas por las plantas.
Está compuesto por las siguientes etapas: Fijación:
Se produce cuando el nitrógeno atmosférico (N2) es
transformado en amoníaco (NH3) por bacterias presentes en los suelos y en las
aguas. Rhizobium es un género de bacterias que viven en simbiosis dentro de los
nódulos que hay en las raíces de plantas leguminosas. En ambientes acuáticos,
las cianobacterias son importantes fijadoras de nitrógeno.
Amonificación:
Es la transformación de compuestos nitrogenados orgánicos
en amoníaco. En los animales, el metabolismo de los compuestos nitrogenados da
lugar a la formación de amoníaco, siendo eliminado por la orina como urea
(humanos y otros mamíferos), ácido úrico (aves e insectos) o directamente en
amoníaco (algunos peces y organismos acuáticos). Estas sustancias son
transformadas en amoníaco o en amonio por los descomponedores presentes en los
suelos y aguas. Ese amoníaco queda a disposición de otro tipo de bacterias en
las siguientes etapas.
Nitrificación:
es la transformación del amoníaco o amonio (NH4+) en
nitritos (NO2–) por un grupo de bacterias del género Nitrosomas para luego esos
nitritos convertirse en nitratos (NO3–) mediante otras bacterias del género Nitrobacter.
Asimilación:
Las plantas toman el amonio (NH4+) y el nitrato (NO3–)
por las raíces para poder utilizarlos en su metabolismo. Usan esos átomos de
nitrógeno para la síntesis de clorofila, de proteínas y de ácidos nucleicos
(ADN y ARN). Los consumidores obtienen el nitrógeno al alimentarse de plantas y
de otros animales.
Desnitrificación:
Proceso llevado a cabo por bacterias desnitrificantes que
necesitan utilizar el oxígeno para su respiración en suelos poco aireados y mal
drenados. Para ello, degradan los nitratos y liberan el nitrógeno no utilizado
a la atmósfera.
NITRIFICACIÓN: transformación bacteriana de amoníaco en
nitratos. DESNITRIFICACIÓN: transformación bacteriana de nitratos en nitrógeno.
AMONIFICACIÓN: transformación de los desechos orgánicos
en amoníaco por los descomponedores.
ASIMILACIÓN: absorción de nitratos y amonio por las
raíces de las plantas. FIJACIÓN: transformación bacteriana del nitrógeno
atmosférico en amoníaco.
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