viernes, 27 de enero de 2017

RADICALES LIBRES

Radicales libres

 Átomo o grupo de átomos con un electrón (e)-libre en capacidad de aparearse, son muy reactivos, estas reacciones generan una desorganización en las membranas celulares de nuestro organismo. El desorden es letal para la célula.
Un radical libre tiene una vida biológica media de microsegundos. Un radical con vida muy corta y gran relevancia biológica es (•OH) o radical hidroxilo. Este se genera al partir de la molécula de agua, debido a una radiación ionizante como los rayos X o por rayos gama
 Este radical hidroxilo es el más perjudicial. Los efectos son:
· En los ácidos nucleídos causa una per oxidación y por consiguiente modifica químicamente a sus bases nitrogenadas.
· A las proteínas causa una oxidación en los grupos sulfhídrico convirtiéndolos en grupos di sulfuro.
 · A los lípidos, ataca a los ácidos grasos insaturados de los fosfolípidos, y otros componentes de las membranas celulares formando do hidroperóxidos que alteran la permeabilidad selectiva de las membranas.
El organismo está luchando contra los radicales libres cada momento. El problema para la salud se produce cuando el organismo tiene que soportar un exceso de radicales libres por mucho tiempo, años, producidos mayormente por los contaminantes externos que penetran en el organismo. 
 Las reacciones de los radicales libres se dan con mucha frecuencia entre las células de nuestro cuerpo y son necesarias. Pero, el proceso debe ser controlado con una protección antioxidante.
 Causas
 En las causas para la producción de radicales libres intervienen en algunos casos factores internos y en otros factores externos
Factores exógenos Pueden ser producto de la contaminación atmosférica, el humo del cigarrillo que contiene hidrocarburos aromáticos polinucleares, así como aldehídos que producen distintos tipos de radicales libres en nuestro organismo. El consumo de aceites vegetales hidrogenados tales como la margarina y el consumo de ácidos grasos trans como los de las grasas de la carne y de la leche también contribuye al aumento de los radicales libres.

 Factores endógenos El cuerpo humano fabrica los radicales libres por el contacto con el oxígeno (respiración). También produce radicales libres por la acción de las enzimas oxidantes y las células fagocitarias.
 Los radicales libres hechos por el cuerpo para llevar a cabo funciones son neutralizados fácilmente por su propio sistema. Con este fin, el cuerpo produce enzimas (como la catalasa, peroxidasas, y superóxido dismutasas) que son encargadas de neutralizarlos. Estas enzimas tienen la capacidad de desarmar los radicales libres sin desestabilizar su propio estado.

Efectos en el metabolismo
 Los radicales libres alteran las membranas celulares y atacan las proteínas, los lípidos o grasas ("oxidación") y material genético de las células, como el ADN. Al transcurso de años, los radicales libres producen una alteración genética sobre las células que se dividen continuamente, así aumentar el riesgo de cáncer por mutaciones genéticas o disminuyen la funcionalidad de las células que no se dividen tanto, disminuyendo el número de mitocondrias, que es característico del envejecimiento.
Los radicales libres recorren nuestro organismo intentando robar un electrón de las moléculas estables, con el fin de alcanzar su estabilidad electroquímica. Una vez que el radical libre ha conseguido robar el electrón que necesita para aparear su electrón libre, la molécula estable que se lo cede se convierte a su vez en un radical libre, por quedar con un electrón desapareado, iniciándose así una verdadera reacción en cadena que destruye nuestras células. Los radicales libres recorren nuestro organismo intentando robar un electrón de las moléculas estables, con el fin de alcanzar su estabilidad electroquímica. Una vez que el radical libre ha conseguido robar el electrón que necesita para aparear su electrón libre, la molécula estable que se lo cede se convierte a su vez en un radical libre, por quedar con un electrón desapareado, iniciándose así una verdadera reacción en cadena que destruye nuestras células. Los radicales libres recorren nuestro organismo intentando robar un electrón de las moléculas estables, con el fin de alcanzar su estabilidad electroquímica. Una vez que el radical libre ha conseguido robar el electrón que necesita para aparear su electrón libre, la molécula estable que se lo cede se convierte a su vez en un radical libre, por quedar con un electrón desapareado, iniciándose así una verdadera reacción en cadena que destruye nuestras células



Sistema de defensas
Esencialmente, las defensas antioxidantes se dividen en dos grandes grupos: enzimáticos y no enzimáticos; el primer grupo se refiere a enzimas que constituyen la primera línea de defensa celular frente al daño oxidante y éstas proporcionan una función protectora frente a los oxidantes biológicos, disminuyendo la concentración intracelular de radicales libres. Entre ellas destacan la catalasa, superóxido dismutasa, glutatión peroxidasa, glucosa-6-fosfato deshidrogenasa, NADPH-quinona oxidorreductasa y la epóxido hidrolasa, entre otras. El grupo no enzimático, como segunda línea de defensa, está constituida por secuestradores de radicales libres residuales que no hayan podido ser neutralizados por las enzimas antioxidantes. Entre ellos podemos citar: glutatión reducida, ácido úrico, transferrina, lactoferrina, taurina, ceruloplasmina, ubiquinol, bilirrubina, carotenoides como la vitamina A, vitamina E, vitamina C, butilhidroxitolueno (BHT), melatonina, entre otros 25. Una vez superados los mecanismos antioxidantes del organismo es imposible inactivar la reactividad química de las ERO o ERN, presentándose el estado metabólico de estrés oxidante, que se caracteriza por un desequilibrio entre la producción de especies reactivas del oxígeno y la capacidad antioxidante de las células




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