Radicales libres
Átomo o
grupo de átomos con un electrón (e)-libre en capacidad de aparearse, son muy
reactivos, estas reacciones generan una desorganización en las membranas
celulares de nuestro organismo. El desorden es letal para la célula.
Un radical libre tiene
una vida biológica media de microsegundos. Un radical con vida muy corta y gran
relevancia biológica es (•OH) o radical hidroxilo. Este se genera al partir de
la molécula de agua, debido a una radiación ionizante como los rayos X o por
rayos gama
Este
radical hidroxilo es el más perjudicial. Los efectos son:
· En los ácidos nucleídos causa una per
oxidación y por consiguiente modifica químicamente a sus bases nitrogenadas.
· A las proteínas causa una oxidación en los
grupos sulfhídrico convirtiéndolos en grupos di sulfuro.
· A los lípidos, ataca a los ácidos grasos
insaturados de los fosfolípidos, y otros componentes de las membranas celulares
formando do hidroperóxidos que alteran la permeabilidad selectiva de las
membranas.
El organismo está luchando contra los radicales
libres cada momento. El problema para la salud se produce cuando el organismo
tiene que soportar un exceso de radicales libres por mucho tiempo, años,
producidos mayormente por los contaminantes externos que penetran en el
organismo.
Las
reacciones de los radicales libres se dan con mucha frecuencia entre las
células de nuestro cuerpo y son necesarias. Pero, el proceso debe ser
controlado con una protección antioxidante.
Causas
En las causas para la producción de radicales
libres intervienen en algunos casos factores internos y en otros factores
externos
Factores
exógenos Pueden ser producto de
la contaminación atmosférica, el humo del cigarrillo que contiene hidrocarburos
aromáticos polinucleares, así como aldehídos que producen distintos tipos de
radicales libres en nuestro organismo. El consumo de aceites vegetales
hidrogenados tales como la margarina y el consumo de ácidos grasos trans como
los de las grasas de la carne y de la leche también contribuye al aumento de
los radicales libres.
Factores endógenos El cuerpo humano
fabrica los radicales libres por el contacto con el oxígeno (respiración).
También produce radicales libres por la acción de las enzimas oxidantes y las células
fagocitarias.
Los
radicales libres hechos por el cuerpo para llevar a cabo funciones son
neutralizados fácilmente por su propio sistema. Con este fin, el cuerpo produce
enzimas (como la catalasa, peroxidasas, y superóxido dismutasas) que son
encargadas de neutralizarlos. Estas enzimas tienen la capacidad de desarmar los
radicales libres sin desestabilizar su propio estado.
Efectos en el metabolismo
Los radicales libres alteran las membranas
celulares y atacan las proteínas, los lípidos o grasas ("oxidación")
y material genético de las células, como el ADN. Al transcurso de años, los
radicales libres producen una alteración genética sobre las células que se
dividen continuamente, así aumentar el riesgo de cáncer por mutaciones
genéticas o disminuyen la funcionalidad de las células que no se dividen tanto,
disminuyendo el número de mitocondrias, que es característico del
envejecimiento.
Los radicales libres recorren nuestro organismo
intentando robar un electrón de las moléculas estables, con el fin de alcanzar
su estabilidad electroquímica. Una vez que el radical libre ha conseguido robar
el electrón que necesita para aparear su electrón libre, la molécula estable
que se lo cede se convierte a su vez en un radical libre, por quedar con un
electrón desapareado, iniciándose así una verdadera reacción en cadena que
destruye nuestras células. Los radicales libres recorren nuestro organismo
intentando robar un electrón de las moléculas estables, con el fin de alcanzar
su estabilidad electroquímica. Una vez que el radical libre ha conseguido robar
el electrón que necesita para aparear su electrón libre, la molécula estable
que se lo cede se convierte a su vez en un radical libre, por quedar con un
electrón desapareado, iniciándose así una verdadera reacción en cadena que
destruye nuestras células. Los radicales libres recorren
nuestro organismo intentando robar un electrón de las moléculas estables, con
el fin de alcanzar su estabilidad electroquímica. Una vez que el radical libre
ha conseguido robar el electrón que necesita para aparear su electrón libre, la
molécula estable que se lo cede se convierte a su vez en un radical libre, por
quedar con un electrón desapareado, iniciándose así una verdadera reacción en
cadena que destruye nuestras células.
Sistema de defensas
Esencialmente,
las defensas antioxidantes se dividen en dos grandes grupos: enzimáticos y no
enzimáticos; el primer grupo se refiere a enzimas que constituyen la primera
línea de defensa celular frente al daño oxidante y éstas proporcionan una
función protectora frente a los oxidantes biológicos, disminuyendo la
concentración intracelular de radicales libres. Entre ellas destacan la
catalasa, superóxido dismutasa, glutatión peroxidasa, glucosa-6-fosfato
deshidrogenasa, NADPH-quinona oxidorreductasa y la epóxido hidrolasa, entre
otras. El grupo no enzimático, como segunda línea de defensa, está constituida
por secuestradores de radicales libres residuales que no hayan podido ser
neutralizados por las enzimas antioxidantes. Entre ellos podemos citar: glutatión
reducida, ácido úrico, transferrina, lactoferrina, taurina, ceruloplasmina,
ubiquinol, bilirrubina, carotenoides como la vitamina A, vitamina E, vitamina
C, butilhidroxitolueno (BHT), melatonina, entre otros 25. Una vez superados los
mecanismos antioxidantes del organismo es imposible inactivar la reactividad
química de las ERO o ERN, presentándose el estado metabólico de estrés
oxidante, que se caracteriza por un desequilibrio entre la producción de
especies reactivas del oxígeno y la capacidad antioxidante de las células
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